Noah y su hermana gemela Jude son inseparables. El solitario Noah dibuja sin parar, y se ha enamorado en secreto de su enigmático vecino. La atrevida Jude salta desde altísimos acantilados, lleva pintalabios rojo y habla por los codos. Pero, con 16 años, los hermanos ya no se hablan. Algo les ha ocurrido. Algo ha pasado entre ellos que los ha removido de forma diferentes... Hasta que Jude conoce a alguien, un atractivo y frágil chico, y a una nueva fuerza en su vida todavía más impredecible y ligada a su pasado de forma inevitable. Los primeros años de esta historia los cuenta Noah; los últimos, Jude. Lo que ninguno comprende es que solo conocen la mitad de la historia y que, si pudieran compartirla, tendrían una oportunidad real de regalarse el mundo de nuevo.
Deseamos con nuestras manos; eso es lo que hacemos los artistas.
Mi historia con Jandy Nelson se remonta hace unos tres o cuatro años atrás, cuando por esas casualidades de la vida me topé con El cielo está en cualquier lugar, novela debut de la autora. Fue amor instantáneo. En serio, esa novela fue simplemente fantástica. Así que al pensar en Te daría el mundo mi cabeza debería haberse llenado de expectativas y deseos, los enemigos de las lecturas, pero curiosamente solo sentía escepticismo. Quiero decir, ¿volver tras tantos (exagero) años con un nuevo libro y esperar que se igual (o incluso más) de genial que el primero? Nah, lo más probable es que solo fuese entretenido. Se imaginarán el asombro que me llevé si ya leyeron este libro (y si no lo han hecho, ¿qué están esperando para caerse de culo?).
Es muy difícil opinar coherentemente sobre un libro que amaste taaanto. Lo único que puedo hacer físicamente al hablar de este libro es gritar ¡léelo! léelo! ¡léelo ya! Y es que al pensar en la historia de Noah y Jude, solo siento euforia. Emoción por cómo, de una manera tan única, maravillosa, intensa y descriptiva, Jandy Nelson hiló esta novela, logrando que el lector se meta en la piel de los personajes y, asimismo, que los personajes absorban totalmente al lector. Son protagonistas tan bien hechos que me da algo. Por lo menos, a mí me fascinaron. La profundidad de sus pensamientos, el dolor de sus miedos, la ternura de sus sentimientos y también ser consientes de que son todo menos perfectos. Noah es encantaaador. Y Jude es fascinaaante. En realidad lo son todo. Pero como tengo que moderarme y no solo soltar a la fiera del fangirleo, solo me queda decir que todos los personajes de la novela aportan algo, ¡ninguno sobra!
Serás valiente y osada. Correrás riesgos. Te pondrás equipo de protección. No juzgarás de antemano lo que contiene la roca, sino que esperarás a que ella te lo revele. Después de recitar esto último añade: –Lo que dormita en la roca dormita en la piedra, ¿oyó? Para terminar me recita el último mandamiento:Reharás el mundo.
Algo curioso es que al empezar a leer literalmente sentía que no entendía nada. La voz de Noah, que es nuestro primer vistazo a la historia, es de por sí intensa y detallista entonces pensaba que fue a propósito provocar esa sensación de confusión. Aun así, era bastante molesto y al final terminé llegando a la conclusión de que solo fueron errores de edición de las primeras páginas (ya que tras volver a leer para entender un poco más, al sacar esos artículos que sobraban, vaya que se entendía a totalidad). Así que ojo. Pero ya que estamos, la narración ha sido lo que me ha calado (y colado) por completo. Sigo enamorada de la pluma de Jandy Nelson, de su agilidad para narrar, de la expresividad que logra plasmar en sus palabras, de la voz que otorga. Ahora, tras leer su segundo libro, puedo decir con seguridad de que es una de mis escritoras favoritas. Uf y ni hablar del montón de citas que contiene este libro. Tienen que leerlo para entenderlo.
Me trae sin cuidado incluso que el sol se vaya a apagar en cuestión de unos años y que al hacerlo acabe con cualquier forma de vida en la Tierra, bueno, dentro de cinco mil millones de años, pero sea como sea, ¿sabéis qué? No me importa. Sentirse bien es maravilloso.
Aun así, no ha sido, para mí, un libro absolutamente perfecto. Al final no logré conectar al cien por cien con la novela. Como que fue algo descolocante para mí el cambio, a mi gusto, repentino de la esencia. Esto es muy subjetivo, pero algo que al fin y al cabo hizo que no fuese perfecto. Sin embargo, en cuanto a todo lo demás solo me queda demostrar mi admiración. Si les gustan las historias intensas, divertidas, que los hagan reflexionar, que se les metan en el corazón y que incluso parezcan mágicas de lo maravillosas que son, no sé a qué esperan.