Reseña: La casa de la playa - Nora Roberts

La casa de la playa • Nora Roberts

Whiskey Beach |auto-conclusivo

Plaza & Janés |9788401384950

528 páginas + 2014 + $14.000

Eli Landon, miembro de una respetable familia bostoniana y abogado de éxito, acaba de librarse de la acusación del asesinato de su esposa por falta de pruebas. Ahora es libre, pero las brutales y misteriosas circunstancias del crimen hacen que la sombra de la sospecha se cierna sobre él. Incapaz de volver a enfrentarse al mundo, decide instalarse en la propiedad de la costa de su abuela, deshabitada desde hace un par de meses.
Aislado de curiosos y de impertinentes, creerá que ha encontrado el lugar idóneo para descansar hasta que se topa con Abra Walsh, la joven e insistente vecina a quien su abuela le ha encargado el mantenimiento de su casa y la recuperación anímica de su nieto.

Cuando leí La Testigo (otro libro de Nora), quedé encantada. No sólo la narrativa de la historia me fascinó, sino que también los personajes me cayeron bien y en fin, la cuestión es que al pensar en La casa de la playa las expectativas eran altas y más con tantas otras reseñas pintándolo genial.
Desde un principio, la historia se me hizo pesada. Demasiado introductoria, con descripciones que en ciertos instantes parecían sobrar e incluso algunas me parecían un poco forzadas, ciertas comparaciones demasiado rebuscadas. Sin embargo, toda la presentación de la historia tenía algo de atractivo y eso era Eli Landon. La lectura me entusiasmaba más que nada por él.
Un personaje destrozado. Con una vida perfecta, un matrimonio algo inestable y con un éxito laboral admirable, Eli parece tenerlo todo para ser feliz, pero al descubrir las mentiras de su esposa y meterse en una desastrosa discusión con ella, no se esperaba que tan sólo unas horas después, la mujer con la que se casó fuese asesinada. Toda la culpa recae sobre él, perdiendo su reputación, sus amistades, su trabajo y su felicidad.
La depresión de Eli tiene algo atrayente. El que fuese un personaje tan complejo, con tanto que decir pero con tanto sin salir, me cautivó. Verlo arrastrar los pies por su actual vivienda, con ganas de no hacer nada pero con una necesidad intensa de transmitir algo ayudó a eso y también lo lleva a escribir. Un hobby que siempre tuvo, pero que no tomó como algo serio.

Como decía, fue la personalidad de Eli lo que me mantuvo enganchada al libro, por lo menos en las primeras 150 páginas ya que la presencia de Abra lo cambia todo.
Todavía no tengo claro cómo me cayó Abra. Sin duda tiene una personalidad que no deja indiferente a nadie y en un principio me agradó, pero luego empezó a parecerme irritante, repetitiva y agotadora. Quizás no me terminó de agradar porque cambió al Eli que hacía interesante la lectura, por lo que a partir del progreso del protagonista, en resumen la historia va así: protagonista arrasador, uno que otro personaje plano y otros secundarios que no sobresalen exactamente pero que tampoco agravian la lectura.
En el aspecto legal y misterioso de la novela las cosas son algo aburridas. No logra mantener el interés y las descripciones en ocasiones están de sobra. La típica tensión romántica se vuelve lo mejor y si a eso le sumamos lo difícil que es mantener el interés, el libro me decepcionó bastante. No encontré nada de lo que me esperaba y lo que usa la autora para darle más peso a la trama, además de  forzado, logró aburrirme. Y eso no me suele pasar con tramas de este tipo. Generalmente el misterio me encanta, pero esta vez no.
Aunque Nora Roberts logró sorprenderme en más de una ocasión con los giros que planteó en la historia,  al final, hasta el romance me empezó a irritar, o sea, ya no sentía interés por la novela. Yo le hubiera disminuido el número de páginas, para evitar caer en lo repetitivo que se volvieron los sucesos.

Puntuación: 2.5